Lástima y verguenza ajena son los sentimientos que uno tiene al escuchar nombres como el de Ricardo Duque Henostroza, quien de manera evidente y sinverguenza se parcializó a favor de Cesar Álvarez, el bestia.
Sin importarle su dignidad dejó que su esposa se asocie para delinquir y su honor y buen nombre tuvo que tirarlo por los suelos.
Después de tantos actos vergonzosos, como falta de celeridad en el caso de las ambulancias, hoy, este señor está fuera del Poder Judicial, el Concejo Nacional de la Magistratura decidió "botarlo" ¿quién diría que este hombre fuerte de Alvarez quedaría sin su mejor arma que es la de ser juez para usarla en favor de los que por por ahora son amos y señores en Ancash.
De este hecho deben aprender muchos jueces y fiscales, ellos creen que su cargo es eterno y que a nadie le deben nada, y que los demás están para respetarlos y venerarlos. Recordemos no más cómo quedó la imagen de Su (ex) Majestad, Zadi Anaya Castro, quien creía que el Ministerio Público era su reino y que los demás estaban para cumplir todos su deseos. Ahora no es más que un abogado más del montón.
Duque y Zadi anaya se hicieron de mucho dieron en su cargo, pero a cambio de ello vendieron su dignidad como personas. Y ahora con la cabeza abajo deben andar por las calles de Huaraz.
A estas alturas ¿Habrá algún juez o fiscal que quiera seguir sus pasos?
jueves, 5 de agosto de 2010
