El baile del bestias y su llullu bestia
Huaraz celebra sus 154 años de creación política sin nada nuevo bajo el cielo, pues en estos largos años al igual que el Perú poco o nada ha mejorado debido a la falta indiferencia de sus autoridades que vez tras vez se aprovecharon de su nobleza y generosidad para dejarla en la pobreza y el olvido.
Huaraz, aquel pueblo que que en enero de 1533 los conquistadores transitaron al mando de Hernando Pizarro rumbo a Pachacámac, son ellos los que describieron por primera vez las características de esta tierra, y dicen de ella era fértil con mucho ganado de la sierra y aldeas prósperas.
De eso queda poco, porque si bien es cierto los conquistadores españoles se llevaron las riquezas de los pueblos, hoy también hay otra clase de conquistadores que usan la democracia para hacerse del poder y llevar el canon intercambiando obras con municipios aledaños favoreciéndose usando artimañas al mismo estilo de delincuentes expertos en la materia sin pensar en el futuro de la tierra que los albergó.
Lo que la ciudad necesita no es una buena programación de festividades porque tan pronto como terminan se vuelve a la cruda realidad de no contar con servicios tan elementales que todo ciudadano pide a gritos a sus autoridades.
Estos últimos años a diferencia de los anteriores Huaraz y sus pueblesillos del departamento manejan millonarios presupuestos que la gente lo ve reflejado en veredas, callesitas mal construídas y el cemento en todos sus derivados construidos por contratistas foráneas sin dar trabajo a los verdaderos ciudadanos que esperan ser retribuídos al menos con un trabajo digno y no con artefactos y regalitos sorpresa para colocar a Benitez en el Congreso.
Esperamos algún día encontrar gente de palabra que cuando se siente en el poder haga lo que realmente proclaman desde sus trincheras políticas.
miércoles, 20 de julio de 2011
